Una de cal y otra de arena

19 de March de 2006. Escrito por Marcela.

Sin duda que la presencia tuya daba mucha seguridad y hacía ver las cosas bastante fáciles. A veces no se como “estar” en la casa, supongo que hau que ir construyendo nuevas formas de relacionarse. No cabe duda que nos queremos pero creo que no aprendimos a comunicarnos bien.

Quisiera hablar como tú, como quien no quiere la cosa, pero al final uno sabía lo que querías. Era simple mantenerse al corriente de lo que ocurría y sentirse parte de las cosas que ocurrìan en la casa.

Es loco pero de lo que nos resulta claro hablar a todos es del peque de Joaquín, él es el centro de nuestras cortas y pocas conversaciones. No he podido hablar con ellos de algo profundo desde hace algunos meses.

Papá loco, a veces parece que el cariño no es sufiente para una buena convivencia. Espero que pueda entender mejor a mamá, aunque realmente algunas veces es muy complicado.

Todos necesitamos descansar, ojalá que pronto se den cuenta de esto y que vean que al final es mejor estar bien y no casi siempre de mal humor.

Por otro lado, no me fue tan mal en la actividad que teníamos planeado es decir la tombola. Lo que si me hace pensar esto es que hay que pensar también en el futuro de la salud, sobretodo por los problemas que ya tengo.

Papá, ayer le dije a la Olga que “no tenía papá” y trato de imaginar de verdad que estás pero ya no sé. En todo caso creo que eres la principal razón para no creer en la reencarnación.

Como siempre con unos días de anticipación te acuerdo que el 26 es mi cumpleaños.

MARCELA