“Café caliente”

22 de May de 2006. Escrito por Marcela.

Hoy amanecí triste porque te extraño y traté de recordar que hicimos por estas fechas y se me ocurrieron dos cosas, la una cuando mamá quiso comprarse su hermoso crucifijo y nos faltó dinero y te llamamos para que vengas a salvarnos. Era en la tarde recuerdo y vestías la chompa kaki (yo se que te gustaba mucho esta chompa). Gracias por ser siempre amoroso y estar cuando te necesitamos. Aquí fue cuando saliendo de la joyería vimos el traje de marinero azul de lana para el peque, yo dije “que lindo” y que se vería bien en el Joaquín y le compraste. Todavía le quedaba talle L al peque pero solo un mes más tarde ya no cabía en él 🙂

Mi otro grato recuerdo son los desayunos y creo que mis jamás vueltos juegos de naranja y los mejores jugos de mandarina (de las pequeñas y dulces de Ambato) y los huevos a la copa. Siempre te preocupabas por que desayunemos y por eso nos entibiabas el café, o la leche o lo que fuésemos a tomar y claro uno lo bebía rápido porque debía salir corriendo. Aquí debo enfriarme yo mismo el café y no tengo jugo de naranja natural y peor de mandarina :(.

Este medio es mi desahogo de mi pena por tu muerte, fui mi necesidad de hablar contigo, porque de alguna manera lo hago. Siempre fuimos muy unidos tú y yo y hablábamos de todo, estabas al corriente de mi vida y yo de lo que pasaba en la casa. Tuviste una peculiar manera de tenernos a todos enterados de todo.

Me duele en el alma no poder contarte “directamente” lo que me ocurre y no recibir “respuesta”. Papaaaaaaaaaaaaaaaaaa por Dios que te extraño. Ahora que no te “tengo” reciento de no haber pasado más tiempo contigo pero esto me hace reflexionar sobre todo el cariño que le tengo a mamá, y que ella me hace mucha falta por su forma de estar siempre con nosotros y obviamente a la Sil, al ñaño, al Peque,a la Piedad, al Diego, a la Olga, a la Peque, al Jixon, a la familia, a mis amigos, en fin a todos.