Estar aquí y allá

15 de April de 2009. Escrito por Marcela.

Hola papito querido:

Los flujos de cambios de población de una región a otra no es para nada actual.  Algunos autores como Faist, Preis, Glick Schiller y otros dicen que tal vez la característica fundamental de los actuales movimientos es que estar asociados a la “era de la red” y que ha supuesto una “cercanía” con los que se quedaron, constrarrestando de alguna manera el dolor o la nostalgía de lo dejado

Nina Glick Schiller fue de las primeras en introducir el concepto de los “transmigrantes”  y Pries los define como aquellos que mantienen relaciones continuas y densas con dos o más naciones. Visto así ¿qué significa duradero? ¿1 año, 20 años? ¿Denso? ¿Una vez al día, 3 veces por mes, todos los viernes, 2 veces al año?

Creo que en efecto que servicios como Skype que “abaratan” costos de comunicación si permite “integrarse” a la cotidianidad de los nuestros. Es más estando lejos es cuando más me he enterado de las cosas familiares y en algunos casos sirve para convertirse en “mediador” de conflictos, en “pañuelo de lágrimas”, en “confiente”.

Creo que los que vivimos – no los turistas- en la mayoría de casos estamos como Alejandro Portes menciona “Viviendo dos vidas” en diferentes campos. Generalmente además sin quererlo o -queriendo- vivimos en una constante comparación entre el aquí y el allá, para bien o para mal.

Ojalá uno pudiera encontrar ese “modo” de vivir en los dos mundos, pero no como una confrontación de ambos, como una dualidad: “bueno”-“malo”, “retraso”- “desarrollo”, “seguro”- “inseguro”, “amistad”-“frialdad”, etc., sino como complementariedad y vivirlo a plenitud. ¿Cómo lograrlo?

Te quiere mucho papito,

Marcela

La Pascua

8 de April de 2009. Escrito por Marcela.

Querido papá:

Luego del invierno la naturaleza resucita con una avidéz inimaginable, es increíble el cambio y también los efectos que puede producir sobre las personas.

Los cambios estacionales le brindan a uno la oportunidad de saborear o añorar el sol. Cuando tienes un sol que dura todo el año y los cambios son de más secos a más lluviosos, no se tiene mucha oportunidad de reconer y vivir esos cambios.

En Alemania al igual que en otros partes del mundo se sobrepusieron las costumbres ancestrales al cristianismo. Una tradición anterior de los habitantes que hoy se conoce como Alemania, reconocía  en los conejos la simbología de la fertilidad.  El “conejo de Pascua” es un actor principal en este tiempo en estos lares y la costumbre es que los padres esconden huevos (hermosamente coloreados, de chocolate) en su jardín o en su departamento para que los niños los busquen. Los niños pequeños creen que es el Conejo que les trajo los huevos.

En este lado del mundo, la fertilidad está asociada a la primavera y en el Ecuador por ejemplo al tiempo de las cosechas.

Ayer hice que mis estudiantes de español escribieran una tarjeta por Pascua y el contenido era más o menos así:

  • “Te deseo unas felices Pascuas, que disfrutes de las fiestas y que el conejo te encuentre.”
  • “Felices Pacuas, que disfrutes de la búsqueda de los huevos”

Lindo ¿no? Aprivecho para desear a todos unas ¡Felices Pacuas! Es decir un tiempo hermoso de renovación corporal y espiritual.

Un beso grande, papito.

Marcela

Pd. Espero que el conejo también nos encuentre :):):)

Cumpliendo años…

1 de April de 2009. Escrito por Marcela.

Hola Papito:

Aquí como casi todos los miércoles. Sabes, se graduó una de mis mejores amigas de máster ayer. Obtuvo 1,7, una buena nota dentro del contexto alemán; me alegra por ella. Celebramos a la alemana pero bueno eso es para otro post.

La semana pasada estuve de cumples y en esos “rituales” de la vida es cuando más me haces falta. No quise escribir porque me daba pena recordar nuestros “sacramentos”. Leonardo Boff, un teólogo de la liberación, señalaba que los sacramentos son aquellas cosas que te “ligan” a alguien en el amor puro y pleno y que nos remontan a estar en comunión con los amados. Para nosotros como familia contigo, mamá y mis hermanos, un “sacramento” será siempre el carro viejito, que se convirtió en el mudo testigo de la vida familiar.

Con mi amado M, que por cierto me celebró muy bien, tenemos algunos sacramentos. Ahora ha venido uno nuevo, que cada vez que lo oiga me transportará a la alegría de sentirme amada. Gracias mi amor, gracias también a ti papito, a mi madre, a mis hermanos, a la familia, a mis amigos que me celebraron.

Un abrazo enorme,

Marcela

Pd. Nuestro nuevo sacramento entre tú y yo, mi amor: