El proceso del duelo y un nuevo bebé

9 de June de 2011. Escrito por Marcela.

Querido Papá:

No, no te olvidado y si te acuerdas abrí este blog buscando cubrir las conversaciones que teníamos. No me costaba nada contarte casi todo, desde las pequeñas cositas que me pasaban cada día, hasta aquellas cosas más profundas, las que me interrogaban sobre mi presente y mi futuro. Ahora que casi han pasado 6 años de que te fusite, siento más tranquilidad, aunque no te miento, hay momentos como ahora que siento como ese dolor me oprime la garganta y todavía me brotan las lágrimas.

Tengo una teoría y es que en el proceso del duelo el subconciente juega un papel importante a través de los sueños . Los primeros momentos que son la negación total de la muerte del ser amado va acompañado de sueños que son “reparadores” pues en ellos se vive su presencia con tal intensidad que te convences que todavía está vivo. Son sueños tan variados pero la constante es que en ellos todo continúa igual que antes. Después, tal vez al segundo o tercer año, en los sueños hay una vocecita que te dice: “pero si ya esta muerto”. Y finalmente una etapa donde claramente uno sabe que está soñando con el amado que ya partió. Veo que también para alcanzar el equilibrio hay que perdonar y perdonarse, aunque en esto último todavía ando trabajando. En todo caso, ya hice las paces con Dios y eso ayuda a quitar cargas pesadas del corazón y también he perdonado a la persona que te atropelló. No sé donde esté, pero le perdono y espero que haya aprendido de lo que ocurrió, al fin y al cabo cargar en la conciecia con la muerte de alguien no debe ser fácil.

Tal vez pienses que estoy loca en conectar dos hechos contrapuestos, tu muerte y la celebración de una nueva vida, pero me parece que precisamente este bebé, al ser también tu sangre, nos regala el pasado y el presente. En efecto mi hermano y su esposa están embarazados y nacerá con la bendición de Dios en octubre. Con su primera paternidad, veo a mi hermano completamente feliz y a su mujer ni se diga. Estoy muy contenta por mi hermano, por su felicidad y deseo con el corazón en la mano todo lo mejor para él, MI y el bebé.

Yo entretando sigo soñando con vivir más aventuras en este lindo país y en el que me he sentido tan feliz con el marido.

Te quiero papá,

Marcela